gracias por venir

la excusa es el concierto, sin pensarlo pero sabiendo a donde voy le pido a C que me preste a M porque quiero ir con ella. no es compatible el silencio de cámara con una bebé pero quiero llevarla conmigo. solo allí me doy cuenta porqué. en el concierto estamos 30 segundos hasta el primer mirá! de su emoción que irrumpe entre el piano y el violín. salimos y ya estamos en la ex Esma. nunca pude ir. nunca logré decidirlo y ahí estamos las dos. quiere que la lleve en brazos y menos mal. me sostengo de ella con toda la resistencia del aire de concreto que apenas nos permite avanzar. el aire no pasa y no respiro.hay un rumor por detrás del silencio y un frío que se percibe por debajo de la calefacción que nos enrojece la piel. caminamos viendo sin ver. las paredes dicen como contaban los pasos. imposible no contarlos... imposible volver a hablar. M elije un lugar en el suelo, cerca de un ventanal en donde  no hay ninguna obra ni nada para ver, SENTATE. me siento y le pregunto porqué ahí. CALLATE. me callo porque lloro y porque me lo acaba de pedir seriamente. se sienta frente a mí y sonríe quietamente todo el tiempo que lloro. seco mi cara. se levanta del suelo y toma mi mano para decir VAMOS y para volver a caminar.
repite la secuencia con exactitud dos veces, en dos lugares vacíos. las dos veces habló igual y las dos veces permanecí en ese suelo en el que tantas y tantos permanecieron sentados y en silencio.
ya podemos irnos tratamos de caminar hasta salir. las condiciones del cuerpo vuelven mientras viajamos por gral paz, hay que alejarse para que la sangre fluya nuevamente.
entiendo mi consecuente resistencia y entiendo la descomunal fuerza de su mano pequeñita.