dice Marosa desde que su voz es mía... y digo yo, que me quedé sin palabras por decirlas todas y las piernas tiemblan como si no lo sospecharan y la sorpresa me detiene el pensamiento y el corazón no, y quedo estaqueada en tu tiempo que no late.
Si íbamos a cruzarnos, porqué en este ahora que tal vez no importe, que creciste la distancia hasta tu pecho, que no puedo verme en mi espejo de Alicia, tal vez de tan pequeña o de tan grande.
siempre hay un roto para un descosido genial un beso
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