me cuenta que a los 5 años fue a un campamento del sindicato con su hermana. Me cuenta también que la última noche los profesores organizaban un baile para el que durante la tarde habían cortado corazones, muchos corazones y todos distintos y los habían partido por la mitad. Al llegar les entregaban medio corazón a las nenas y medio corazón a los nenes y durante el baile debían encontrar a quien completaba su corazón.
- Eso siento con vos... Pero con vos no haría trampa y esa vez hice.... encontré a la chica que tenía la otra mitad, era muy grande y no me gustó entonces corté un pedacito y seguí buscando y obviamente nunca encontré mi mitad.
- Hiciste lo mismo conmigo, lo sabes desde que teníamos 14 y 16, y rompiste otro pedacito para seguir buscando.
Si no estuvo de acuerdo no lo dijo y me abrazo.
Pero no tuve razón, no rompió su corazón para no encajar con el mío, el suyo, el de verdad, está intacto. Ya no tiene ni 5, ni 16, ni 19, ni 25 años, es todo un hombre que aprendió a salir ileso destrozando solo el de los demás....
su corazón sigue impecable y listo
para el incucai.
Si no se paga con pedacitos de corazón (si es que acaso se puede no hacerlo), será con otra cosa... Si amar no es gratis, no hacerlo tampoco...
ResponderEliminar[qué lindo volver a leerte! Estoy alejado de estos terrenos, pero voy a venir a visitarte]
un placer su visita siempre!
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